jueves, 20 de diciembre de 2012

Fragmentos

 

 El síntoma para Freud

     Mientras que para el psiquiatra el síntoma es un signo entre otros de una enfermedad catalogable a partir de su mirada, y abordable <<desde fuera>> mediante la medicación o diversos trataminetos psicoterapéuticos, para Freud y el psicoanálisis el síntoma, en el sentido analítico del término, es aquello que el propio paciente reconoce como expresión de su sufrimiento.
(...)  Freud captó que en las neurosis, el síntoma resulta ser una solución de compromiso de un conflicto entre una representación sexual inconsciente y por ende reprimida, y la defensa que el yo le opone, en función de los mandatos de la consciencia moral (o superyo). (...)

     Los aportes de Lacan

     Lacan en su retorno a Freudmostró que lo incosciente está estructurado como un lenguaje, y que el síntoma es un efecto de la relación del sujeto con la palabra.
     Para él, se presenta como una traza borrada y se produce en la corriente de una plabra relativa a la verdad del deseo del sujeto, la cual busca abrirse paso, y por ello insiste. A través suyo un deseo reprimido apunta a ser reconocido, pero no es accesible para nadie porque está cifrado.  (...)

Autor Marcelo Edwards
Fragmentos de su artículo <<Síntoma, sinthoma y relación sexual >> publicado en el nº 1 <<La diferencia sexual a debate>>

viernes, 26 de octubre de 2012

CONTRAPORTADAS

NÚMERO 1
            

>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>
                   

                                                                  NÚMERO 2



>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>

                                                      NÚMERO 3

 

PRESENTACIÓN

 Pretendemos abrir un ágora donde hacer públicos los interrogantes de la praxis del psicoanalista.

La experiencia de un psicoanálisis concierne a la relación del sujeto con su deseo inconsciente, su práctica es discursiva y consiste en el tratamiento de su materialidad literal.

La cura analítica se efectúa bajo transferencia, la cual a su vez depende del analista.
El compromiso respecto a la verdad concierne tanto al analista como al analizante. Del lado del analista se trata de sostener una clínica que apunte a lo real del síntoma, al goce implicado en el mismo; del lado del analizante de hacerse responsable de su acto.

La clínica permite interrogar de manera constante las diversas articulaciones teóricas resultado de la experiencia analítica, que es la vocación de nuestra publicación.

También pretendemos ser un espacio articulador entre la singularidad y las posiciones discursivas del sujeto en el lazo social, haciendo hincapié en los efectos del discurso capitalista y de la ideología cientifista en la sujetividad contemporánea.

Se trata de seguir impulsando el carácter subersivo que siempre tuvo el psicoanálisis, en tanto opera a contracorriente de cualquier ideología que genere la forclusión del sujeto y le exima de su responsabilidad, tanto en los traumas sexuales que lo constituyen como en el determinismo de sus síntomas. La sexualidad del ser humano está estructurada en términos de deseo, luego articulada con la ley simbólicay requiere una lógica, la de la sexuación.